martes, 5 de mayo de 2009

FENG-SHUI


Ayudó al abuelo a bajar la maleta y con mucha paciencia lo ayudó a entrar en el hogar. Habló con la enfermera, le pidió que no le quitaran el álbum de fotos, que si lo tocaban se alteraba y era muy difícil volver a tranquilizarlo. Lo dejó un momento en el cuarto blanco en el que habían otros abuelos mientras firmaba los papeles. Se acercó luego a él, le dio un beso en la frente. Se dio la vuelta y siguió adelante en silencio y decidido, incluso cuando al final del pasillo y a lo lejos escuchó al abuelo preguntándole a qué hora regresaría por él.