miércoles, 27 de enero de 2010

OJOS DE LOBO QUE HIPNOTIZAN EN EL DESIERTO


Miro tu silueta como un horizonte pálido que se ilumina con la luna, contrastas con los destellos de la televisión encendida. Hace rato que te quedaste dormido. Es muy tarde para que regreses a tu casa. Apago la tele y cierro los ojos para pensar en otra cosa, trato de luchar conmigo mismo, no es tu culpa que me sienta atraído. No te quiero forzar a nada. Me doy vuelta e intento dormir.
En sueños siento tus manos explorando debajo de las sábanas, intento hacer como que no me doy cuenta. Me despiertas con un beso inesperado, luego me miras con tus ojos de lobo y me juras que sólo es sexo y nada más, que los mejores amigos saben superar cualquier cosa.

Odio a Arjona


Un sonido eco cuando toqué la puerta, la música repetitiva de Arjona me dejó todo claro. La sangre y el agua que salía de abajo de la puerta no me dejó duda. Volví a tocar y no contestaste. Ambos conocíamos la rutina.
Salí un momento y al volver ya estabas lista, toda desnudita, bañadita y con las manos sangrando. Hace tiempo que nuestras salidas eran trágicas, me miraste a los ojos y saltaste hacia mi para que te cargara en brazos, como hacen los recien casados. Lentamente bajamos las escaleras, menos mal pensé compramos este departamento tan cerca de la clínica.

viernes, 15 de enero de 2010

POLISEXUALES



Labios entrecruzados, caricias al interior de la boca, risas y más besos, lenguas y labios explorando, saboreando, descubriendo. 2 pulpos siameses en celo, demostrando con fogosos abrazos, jalones y mordidas su desesperación por devorarse hasta las entrañas del otro. Placer infinito multiplicado por cuatro, cavidades, vellos, olores y sabores. Manos que se tocan con pies, uñas que razgan ojos, orejas y espaldas. Jadeos de animales y cantos de ángeles. Visiones del nirvana y goce pagano del más kinki. Un orgasmo, no, sino cientos, tal vez miles y una sensación de paz y comunión con la vida.
En un mundo donde hay tantas maneras de matar y odiar, no te deberías sorprender que existan más de una manera correcta de amar.