
La niña mira en un espejo y ve dentro de él a las otras que han tenido el don de ver más allá del tiempo, en hilera se asoman diosas, mortales, reinas, plebeyas, santas y putas, unidas todas por el dolor de tener la razón y a pesar de eso, ser ignoradas por su género, dándole derecho a los otros de llamarlas locas, histéricas, amargadas, hechiceras y por último solteronas.
Rodo, me parece maravilloso que difundas lo que haces.
ResponderEliminarEl talento debe darse al conocer.
Dale, bloggemos
Sol