miércoles, 22 de abril de 2009
DESOLACION EN DESIERTO TOMA 1
Nunca había visto llorar a mi padre de la manera en que lo vi esa vez desde adentro del carro que me llevaba a la desértica frontera. Nos abrazó fuertemente y lanzó un alarido desgarrador cuando nos subimos al carro. Gritaba… necesito a mis hijos, no se los lleven… los necesito… y se cayó de rodillas en el suelo. La gente que veía esa escena se reía, no entendían lo terrible que es para un padre despedirse para siempre de sus hijos.
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