domingo, 10 de septiembre de 2023

Transmutación Divina



Imaginario encuentro entre Lilith y Eva

Sudando como un animal que escapa de un cazador, estaba ella, parada allí como una niña temerosa de entrar a una jaula repleta de bestias. La luna llena hacía brillar su cuerpo divino, y por sus poros exhalaba aún la magia de su creación. Temerosa, se aventuró a mirar hacia el árbol y susurró al aire su nombre, por un minuto no se escuchó nada.
La voz que había descubierto esa mañana se presentó, como lo había prometido, después del tercer nacimiento y muerte del fénix y del trote nocturno de los unicornios. Ya estoy aquí mujer, soy yo, la primogénita, creada de la mano del padre, tan amada por él como lo es el hombre. La voz provenía del árbol, y con cada palabra que la primera decía, la mujer se acercaba más y más. De repente unos ojos verdes iluminados por la luna la asombraron. La mujer nunca había visto tanta belleza, ni siquiera cuando miraba su reflejo en el río. Instintivamente se acercó a tocarla, su piel era suave y líquida, como la leche, pero era mucho más que eso, era leche de ángeles, con un aroma que despertaba todos los sentidos y los deseos más ocultos. Sin darse cuenta la comenzó a lamer, excitada, fuera de si. La primera, la observaba complacida y se dejaba disfrutar, entregándole sus senos suculentos y duros que derramaban miel y vino. Tomó sus manos y le enseñó a obtener placer de sus dedos, sin la necesidad de un hombre. La educó en técnicas que nunca hubiese experimentado en el jardín, técnicas salvajes y brutales que la hacían vivir incesantes espasmos de gozo extraordinario. Luego la miró a los ojos y le dijo bésame, provéeme de tu néctar, de tu pureza, de tu virtud. Sólo así te daré el nombre del padre y podrás alejarte de aquí, con las mismas alas y poder infinito con los que yo me fui. Bésame, déjame convertirme en ti y conviértete tú en mi. Así ambas nos vengaremos del hombre y su padre, quienes nos han convertido en sus siervas.
La mujer la besó entonces con toda su fuerza y sintió la transformación de la magia creadora, de su espalda crecieron alas de dragón y una cola de serpiente. Pronunció el nombre del padre y voló por los aires alejándose hacia las tierras de Hedrock, donde las Lims la esperaban aullando y gimoteando con sus garras y sus hermosos rostros de ángeles virtuosos.
La primogénita observó su nuevo cuerpo, no tenía poderes divinos pero era suficiente para tentar al hombre a comer el fruto prohibido y hacerlo sufrir una vida de dolores y tormentos como castigo. Ahora que lo pienso, la primogénita lo hizo por amor, porque se fue junto a él del jardín, a vivir en penurias y nunca lo abandonó, ni siquiera en los peores momentos, incluso creo que fueron felices. Y la mujer… ¡ahhhh! esa es otra historia, con el tiempo ha vivido en muchos lugares y ha tenido muchos nombres: Isis, Medussa, Sahara, Safo, Artemisa, Dalila, Hipatia, Lilicliptip, Masceda de Saba, Hatshepsut, Lamia, Casandra, Lécate, Cleopatra, Olimpia, Magdala, Juana de Arco, Lucrezia Borgia, La papisa Juana, Isabel Primera, Sor Juana Inés de la Cruz, Catalina la Grande, Virginia Woolf, Josephine Baker, Eva Perón, Mata Hari, Frida Kahlo, Joan Crawford, Anais, Marilyn, Solange y ahora tú.

El fin Del silencio y de dónde surgieron todas las historias.

 


Relato escuchado en las tierras del fin del mundo.

Al principio había una mujer y un hombre que compartían una cueva, en ella sólo les acompañaba el fuego y unas rudimentarias herramientas.
De sus bocas no salía palabra alguna y su modo de comunicarse eran los golpes y los gruñidos, el hombre en la mañana golpeaba a la mujer para que le sirviera la comida, al medio día la arrastraba por la cueva para que limpiara y destripara los animales que había cazado, por las noches la golpeaba para poseerla y usarla.
Así habían transcurrido sus días desde el inicio de la memoria, como un doloroso círculo vicioso. Y así hubiese seguido por siempre si no fuera porque una mañana la mujer se sintió diferente, descubrió que ya nunca más las cosas podrían seguir igual, descubrió que dentro de ella crecía una vida.
La mujer temió por primera vez, temió por la vida de su hijo, temió por los golpes del hombre, temió por el futuro del cual recién era consciente.
La mujer buscó en la cueva la manera de defenderse del hombre a su regreso, y con sus manos rasguñó en la tierra, pero las piedras que encontró no la defenderían de los fuertes brazos de éste, buscó la solución en el fuego, pero recordó que él no le temía en lo absoluto. Pensó en buscar hierbas y raíces venenosas para librarse definitivamente de él, pero tuvo conciencia que no sería capaz de cazar ni defenderse de las bestias ella sola, el cielo fuera de la cueva se tornaba rojizo, lo cual indicaba que le quedaba poco tiempo.
La mujer desesperada y llorando se sentó en un rincón sombrío de la cueva a esperar al hombre y enfrentar su destino, sabía que pronto llegaría y de una forma u otra todo acabaría, de pronto un extraño sonido la hizo salir de su terror, algo se arrastraba lentamente hacia ella.
Más tarde esa noche, llegó el hombre cargando un ciervo de grandes cuernos, miró hacia adentro de la cueva en busca de la mujer, no la veía por ningún lado, el hombre lanzó violentamente el ciervo al suelo y buscó su mazo, esa noche le daría una lección a la mujer, una que nunca olvidaría. Pero desde un oscuro rincón de la cueva se escuchó el sonido de un desconocido animal, uno que solo los primeros habitantes del jardín habían oído en el principio de los tiempos. La mujer desnuda apareció de pronto, con una serpiente verde y húmeda que rodeaba su cuello, con su fuerza conscriptora apretaba las hasta ahora dormidas cuerdas vocales de la mujer y como si tocara un instrumento hacía que desde su boca se escucharan seseos y sonidos bestiales, que poco a poco formaron palabras seductoras. El hombre, como cualquier bestia que se enfrenta a un bello sonido se tranquilizó, la mujer entonces se acercó a él y en un tono hipnótico casi divino le dijo: ¨Querido hombre los dioses y la serpiente me han dado un gran regalo hoy y lo compartiré contigo¨... Abrazándolo un poco más, y casi lamiendo su oído le susurró, había una vez una tierra muy muy lejana, había un hombre y había una mujer...
Así amigos se contó la primera historia, historia que salvó la vida del primer niño, niño que al crecer tuvo hijos que tuvieron hijos que tuvieron más hijos y durante cada generación más mujeres y a veces algunos hombres salvaron vidas contando historias. Con el tiempo se prescindió de la serpiente para poder contarlas, pero a veces, alguno las recuerda y nos habla de dragones o monstruos, seres que nos hacen sentir menos bestias y más dioses.

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lunes, 29 de abril de 2013



EL REY DEL MOTE CON HUESILLO
Yo no se si tiene corona, pero siempre me lo imagino Redondo y arrugadito, bañándose todo el día en un Jacuzzi heladito,  con agua de color canela, rodeado de cientos de pequeñas y coquetas muchachas andinas, amarillitas y más chiquitas  que él, que poco a poco se van ahogando y van quedando en el fondo, mientras el rey nada y flota feliz encima de ellas, todo esto cuando el sol está bien fuerte y lo único que te puede quitar la sed, es ver la miseria del rey y sus subditas ahogándose en un fresco y riquisimo vaso de mote con huesillo!

Quiero protestar
La vieja va caminando muy elegante, se contonea por el paseo Ahumada como pavo real, lleva un abrigo de piel blanco como de focas bebé. Con los compañeros estamos desde las 11 en pie de Guerra con nuestros carteles y consignas por los derechos de los animales, yo me adelanto a la vieja y le lanzo un tarro de pintura! Los compañeros aplauden! Se escuchan unos pitos, son los pacos que vienen por nosotros! recogemos las cosas y nos refugiamos en un Mcdonalds, estoy contando las lucas, para ver si me alcanza para una doble con queso!


Los telépatas
Lo incomprensible, lo tabú ha sucedido en el metro, pese a las advertencies de todo el régimen que obliga a los ciudadanos a guardar sus miradas y ausentarse de la presencia de otros a través de celulares y dispositivos tecnológicos mientras comparten transportes y espacios públicos, un brusco movimiento obligó a un hombre joven a sostener a una mujer, de ese contacto surgió lo prohibido, el hombre pronunció una palabra y la mujer le respondió
Las autoridades al momento siguen investigando, pero el efecto parece ser contagioso.

miércoles, 21 de julio de 2010

SOLENOIA




Anoche casi te atrapo, me cortabas la circulación en las piernas y me asfixiabas al mismo tiempo. Pude despertarme y levantarme, me arrastré a escupir al baño algo que pensé era un chicle. Ahora vuelvo a dormirme y tus ojos silenciosos me observan, pero esperas a que cierre los ojos o a que me voltee para dejarte ver.
El otro día estoy seguro que fuiste tú quien dejó encendida la tetera, o incluso eres tú quien borra mis mensajes en la contestadora. Ahora temo dejar solo el café porque el otro día tú lo llenaste de azúcar sabiendo que padezco diabetes.
Temo cerrar los ojos, pero estoy tan cansado, te siento junto a mi, imitas mi respiración para confundirme, mientras me duermo siento poco a poco tus frías manos acariciarme otra vez el cuello.

miércoles, 10 de febrero de 2010

Insanamente juguetones


Juegas a asfixiarme? Antes era nuestro juego favorito. Te ponías azul y a veces te hacías la muerta, pero no te resultaba porque te reías como una loca. Otra veces me atabas las manos hasta que perdía la sensibilidad, luego me pinchabas con las agujas. Lamias la sangre con tu lengua o me hacías pintar con ellas las paredes. Pero ahora pareces tan callada, me miras transparente desde la puerta y me señalas con el dedo. Yo me duermo y pienso que es un sueño y tú vienes, fría como la indiferencia y me lames tan sensual como la primera vez y me tratas de confundir, haces que desvíe mi atención para que despeje mi cuello. Yo sé cuál es tu juego, lo que no sabes es que siempre espero que se te pase la mano y el juego se torne en tragedia.