viernes, 26 de junio de 2009

EDONISMO ABSTRACTO CON TENDENCIAS SUICIDAS


Y me llamaste licensioso, sólo porque quise reír así, beber así, comer así y coger así. Creo que no sabes lo que te pierdes con tu cordura, tus precavidos sonrojos y tus correctas respuestas a toda propuesta “indecente”, a toda invitación a cruzar umbrales. Sí, a cruzar umbrales, sin temores, a ser libres de pensamiento a no temer al mañana, a volar lejos, tan lejos como tus sentidos lo requieran e incluso un poco más y por supuesto dejarse llevar más allá del marco de la ventana, o probando un par de somníferos de más con tu vodka de siempre.

miércoles, 3 de junio de 2009

SOMNIFERO Y SOLEDAD


Otra vez me despierto a las 3 de la mañana y pretendo que todo está bien, hago una pausa y respiro hondo, como me dijo el psiquiatra que hiciera. Cuento ovejas y nada. ¿Será que el único tranquilizante y somnífero que tengo en la vida eres tú?

lunes, 1 de junio de 2009

SEDUCTORES SUSURROS


Me susurraste al oído nuevamente, ahora tengo certeza de que no eres mi imaginación. Sentí el frío de tu aliento que huele a metal mezclado con un poco de incienso. Sentí tu lengua deslizarse por mi cuello y nuevamente las palabras susurradas a mi oído. Córtate… así… deja salir el dolor… así… déjalo ir… pronto no estarás más solo.

DESCOCIENDO CICATRICES


Hablar contigo por teléfono es como un cáncer en tratamiento, siento que me voy a morir si no hablo contigo, pero después de reír contigo, sentir tu calor, recordar por qué te amo y luego tener que colgar, siento que la cura es peor que la sentencia de muerte.

EL ESPEJO EN EL BOSQUE


En el bosque hay un espejo en el que nunca quise mirar, dicen que se ve el futuro. Algunos vieron la guerra venir, otros la enfermedad. Yo a eso no le temo dije. Ahora en la noche sigo pensando en ese espejo, y no puedo conciliar el sueño aunque piense en ovejas que saltan al vacío de un abismo o en accidentes de avión sin sobrevivientes. Me levanto un momento de la cama y en la oscuridad busco el baño y orino, luego busco un vaso de agua, bebo un poco, cierro los ojos y vuelvo a caminar en ese bosque de hojas secas, azuladas y congeladas, que crujen en el alma, como cruje una casa vacía llena de recuerdos de otras vidas.