miércoles, 27 de enero de 2010

Odio a Arjona


Un sonido eco cuando toqué la puerta, la música repetitiva de Arjona me dejó todo claro. La sangre y el agua que salía de abajo de la puerta no me dejó duda. Volví a tocar y no contestaste. Ambos conocíamos la rutina.
Salí un momento y al volver ya estabas lista, toda desnudita, bañadita y con las manos sangrando. Hace tiempo que nuestras salidas eran trágicas, me miraste a los ojos y saltaste hacia mi para que te cargara en brazos, como hacen los recien casados. Lentamente bajamos las escaleras, menos mal pensé compramos este departamento tan cerca de la clínica.

2 comentarios:

Pituso dijo...

Que suerte que compro el departamento cerca de la clínica.

Vite dijo...

Trágico... jejeje pero es una excelente composición, especialmente por el trasfondo de la misma, je, je, aunque creo que Arjona no tuvo la culpa, sino la desesperación.

Excelente :P mis respetos.